viernes, 1 de agosto de 2008

Historia de la Arquitectura Moderna.

UNIVERSIDAD VERACRUZANA.
Facultad de Arquitectura.
Materia: Teoría de la Arquitectura.
Catedrático: Dr. Arq. Daniel R. Martí Capitanachi.
Lecturas de apoyo.
Benévolo, Leonardo.
Historia de la Arquitectura Moderna.

Concepto de Arquitectura Moderna. Declaración de La Sarraz.



1. La idea de la arquitectura moderna incluye el vínculo entre el fenómeno de la arquitectura y el del sistema económico general.
2. La idea de la “eficiencia económica” no implica que la producción ofrezca un beneficio comercial máximo, sino que la producción requiera un mínimo esfuerzo de trabajo.
3. La necesidad de una eficiencia económica máxima es el resultado inevitable del estado empobrecido de la economía general.
4. El método más eficiente de la producción es el que procede de la racionalización y de la estandarización. La racionalización y la estandarización actúan directamente sobre los métodos de trabajo, tanto en la arquitectura moderna (concepción) como en la industria de la construcción (realización).
5. La racionalización y la estandarización reaccionan de tres maneras:
a) Exigen a las concepciones de la arquitectura que conduzcan a la simplificación de los métodos de trabajo en el tajo y en la fábrica;
b) Implican para las firmas constructoras una reducción en la mano de obra especializada; conducen al empleo de mano de obras menos especializada, que trabaje bajo la dirección de técnicos de alta especialización;
c) Esperan del consumidor (es decir del cliente que encarga la casa en la que él vivirá) una revisión de sus peticiones en la dirección de un reajuste a las nuevas condiciones de vida social. Esta revisión se manifestará en la reducción de ciertas necesidades individuales que en adelante carecerán de una auténtica justificación; los beneficios de esta reducción alentarán la máxima satisfacción de las necesidades del mayor número, necesidades que hasta el momento se encuentran restringidas.

Declaración de La Sarraz
Congres Internationaux d’ Architecture Moderne, 1928



La urbanización no puede estar condicionada por las reivindicaciones de un esteticismo preexistente; su esencia es de orden funcional… la caótica división del suelo, resultante de las especulaciones en las ventas y las herencias, debe ser abolida por una política del suelo colectiva y metódica. Esta redistribución de la tierra, base preliminar indispensable para toda planificación urbana, debe incluir la división justa entre los propietarios y la comunidad, del incremento no ganado a partir de obras de un interés conjunto.
Este mismo tema fue abordado por De Carlo en 1968, cuando escribió su análisis sinóptico de la evolución ideológica en la arquitectura moderna, bajo el título Legitimizing Architecture y en el que revisó las consecuencias de la Declaración CIAM de 1928:

Hoy, cuarenta años después del Congreso, vemos que aquellas propuestas se han convertido en casas, vecindarios y suburbios, y después en ciudades enteras, manifestaciones palpables de un abuso perpetrado primero con los pobres y después incluso con los no tan pobres; coartadas culturales para la más feroz especulación económica y la más obtusa ineficiencia política. Y sin embargo, a todos estos “por qué” tan alegremente olvidamos en Frankfurt todavía les cuesta salir abiertamente a la superficie. Al mismo tiempo, tenemos el derecho de preguntar “por qué” la vivienda debe ser tan barata como resulte posible y no, por ejemplo, bastante cara; “por qué” en vez de hacer toda clase de esfuerzos para reducirlas a mínimos niveles de superficie, de grosor y de materiales, no tratamos de hacerla espaciosa, protegida, aislada, confortable, bien equipada, rica en oportunidades para la intimidad, la comunicación, el intercambio y la creatividad personal. En realidad, nadie puede quedar satisfecho por una respuesta que apela a la escasez de recursos disponibles, cuando todos sabemos se gasta en guerras, en la construcción de misiles y sistemas antibalísticos, en proyectos lunares, en investigación para la defoliación de selvas habitadas por guerrilleros y para la paralización de los manifestantes que salen de los ghettos, en la persuasión oculta, en la invención de necesidades artificiales, etc.

Para De Carlo, la rebelión de los estudiantes en 1968 no fue tan sólo una culminación necesaria de la crisis en la educación arquitectural, sino también un reflejo de las disfunciones más profundas y más significativas de la práctica y la teoría arquitectónicas; estas últimas servían con frecuencia para mistificar la auténtica malla del poder y la explotación que invadía toda la sociedad.



Pruitt Igoe. Saint Louis, Missouri, EEUU. Fin del Modernismo, de acuerdo a Charles Jenks en Historia de la Arquitectura Moderna

Preguntas de reflexión.
¿Cuál es la trascendencia de la Declaración de 1928, en el tiempo de su formulación?
¿Cuáles son los valores de la Arquitectura Moderna desprendida de la declaración del CIAM?
¿Qué consecuencias trajo, a la distancia del tiempo, de tipo bénefico o en sentido opuesto?

1 comentario:

Lola Martín. dijo...

Saludos Maestro!. Elisa Martín. 604