martes, 4 de agosto de 2009

Arquitectura religiosa del siglo XVI


Convento de San Gabriel, Cholula, Pue., Mx.
Trabajo elaborado por alumnos de la materia de Teoría de la Arquitectura.
Facultad de Arquitectura Xalapa.
Universidad Veracruzana.
Catedrático: Daniel R. Martí Capitanachi.

ANTECEDENTES
Durante el presente curso de teoría de la arquitectura se ha tratado de enfatizar el desarrollo, la importancia y finalidad que tuvo la arquitectura del siglo XVI en la Nueva España (hoy México), como parte del aprendizaje sobre la arquitectura nacional. Se busca identificar las características de los conventos de la Orden Franciscana durante el siglo XVI, atendiendo a sus semejanzas y diferencias con los conventos construidos durante el mismo periodo, pero en diferentes lugares y por órdenes mendicantes distintas.

La obra arquitectónica a estudiar como referente es el convento de San Gabriel, ubicado al oriente de la plaza central de la ciudad de Cholula, Puebla. El convento de San Gabriel fue construido durante el siglo XVI, de 1529 a 1556, y corresponde al periodo del virreinato.


EL ESTILO
Si bien es cierto que la arquitectura de la época deriva de la española, también lo es que aquí posee características que la diferencian de los modelos hispanos, pues aunque los elementos arquitectónicos conservan los lineamientos tradicionales, sufren modificaciones diversas en su composición y decoración y toman un aspecto peculiar que no se encuentra en su país de origen. Así la arquitectura de la Nueva España reúne rasgos que provienen del arte mudéjar, del gótico, del renacentista, del plateresco y hasta pequeños detalles del lejano romántico.

Hasta 1550 la existencia de los arquitectos no está debidamente documentado, pues ningún profesional de forma hubiera arriesgado su posición para emprender la aventura de ir a tierras extrañas. Solo unos cuantos canteros y albañiles estuvieron aquí entre 1525 y 1540, conociéndose el nombre de 5 de ellos. Ninguno era un profesional calificado, pero sabían lo suficiente para encargarse de incipientes obras indispensables en la ciudad.

Así, los impacientes Frailes se echaron a cuestas la tarea de dirigir ellos mismos la construcción de sus edificios, aconsejados por los albañiles y canteros en lo más indispensables, quizá con algunos bosquejos de planos y ayudados por los indios que ya tenían cierta experiencia, se fueron a los pueblos con la seguridad de que saldrían adelante, por lo que los frailes construyeron sus conventos proyectando lo que ellos recordaban de los templos españoles mezclando diferentes estilos.

A juicio del equipo, consideramos al convento de San Gabriel en general, de estilo romántico, por que por una parte nos encontramos con la influencia bizantina a base de cúpulas que cubren algunas partes de edificio, por otra, la influencia lombarda de la arquerías, en tercer lugar el romántico lombardo caracterizado por fuertes y macizas torres de las fachas, y finalmente, bordeándolo todo el arabesco policromo y multicolor del arte musulmán. Era difícil prever tan agradable resultado partiendo de aquel primitivo romántico pesado y rústico, elaborado a base de materiales de concreción, pero la fuerza de los pueblos se sobrepone y aunándose, crea estas grandes y bellas síntesis. Aunque posee elementos del Plateresco claramente visibles, como la puerta de la fachada principal con un rosetón al centro.

La casa capitular se encuentra dentro del convento en el claustro alto, podemos apreciar pintura moral representando pasajes de la vida de San Francisco de Asís, una misa de San Gregorio y a San Sebastián.


I.1 ANTECENDENTES HISTÓRICOS
Durante el siglo XVI se suscitaron muchos eventos en la Nueva España. Uno de ellos fue la llegada de las Ordenes Mendicantes, mandadas por España con el propósito de dar a conocer a los indígenas la palabra de Dios, y así conquistarlos.

Las Ordenes Mendincantes fueron órdenes religiosas fundadas a partir del siglo XVIII y se formaron para combatir la herejía y no estar anclados a un lugar como el clero secular. Además las órdenes mendincantes tenían otro método de organización: dentro de ellas no había jerarquías, ya que cualquier fraile de la congregación tenía comunicación directa con Dios.

Había 3 órdenes mendincantes. Inicialmente solo eran los Franciscanos y Dominicos y posteriormente se formaron los Agustinos. Los Franciscanos son una orden religiosa fundada por San Francisco de Asís. En 1209, Inocencio III aprobó sus primeras reglas. Los hermanos se establecen primitivamente en la capilla de Santa María de los Ángeles, llamada porciúncula. Los frailes acostumbraban mezclarse con los pobres y ayudarlos con su trabajo. Imitaban la vida evangélica de Jesús y sobre todo su pobreza, no poseían absolutamente nada, ganaban su subsistencia con su trabajo y en ocasiones mendingaban (de ahí el nombre de mendincantes). La orden se multiplicó en Europa, con gran rapidez ocupando Perurgia. Cartona, Pisa y Florencia y misiones entre los sarracenos y los moros.

Ya que tenían esa habilidad de poblar, no es raro ver como lograron expandirse por todo el territorio de la Nueva España y creando en ella casas donde habitaba la comunidad , religiosa bajo las reglas de su orden las casas fueron llamados conventos. Uno de los lugares donde se realizo la mayor producción de arquitectura religiosa fue la ciudad llamada Puebla de los Ángeles. Actualmente se conoce con el nombre de Puebla.

Cerca de aquí encontramos a la ciudad de Cholula, que es la ciudad habitada más antigua de México y ha tenido uso continuo desde casi 25 siglos. En su larga etapa prehispánica desempeño un papel prominente como centro comercial y más aun como centro religioso y ceremonial.En ellas se levanta gran cantidad de obras de Arquitectura religiosa (como iglesias y conventos) donde desarrollaron bellas cúpulas de azulejos en las torres y en muchos casos en toda la fachada.

En Cholula, la principal herencia arquitectónica colonial se ubica en su plaza donde se levanta el templo franciscano de San Gabriel. Se comenzó la construcción de este en 1529, por fray Martín de Hojacastro, el tercer obispo de Puebla. La construcción fue acabada el 30 de abril de 1552, fue dirigida por el arquitecto de la época, por orden del virrey Antonio de Mendoza. El plan fue diseñado para modelar un monasterio.
Este convento es uno de los más grandes de la orden franciscana en todo el mundo.


Planta. Levantamiento.

I. 2 FUNCIONALIDAD
El programa arquitectónico del convento de San Gabriel, presentaba varias modificaciones, respecto a los conventos europeos, producto de la llegada al nuevo mundo y con ello, nuevas necesidades y metas a resolver.

Primero tenían que estar protegidos de los ataques que los indígenas podían confabular en contra de los invasores de la nueva religión, por lo que los conventos fueron bardados colocando sólo 2 o 3 entradas bien definidas.

Su fe y costumbres impedían que los no bautizados pudieran tener acceso a la iglesia por lo que necesitaban un lugar fuera del templo donde los frailes pudieran evangelizarlos, además de ser necesario el que fuera de grandes dimensiones para dar cabida a las multitudes de indígenas que requerían ser convertidos al catolicismo, de ahí la creación del atrio. Producto de la evangelización de las masas surge la necesidad de un altar al aire libre para oficiar la eucaristía, así pues con la capilla abierta se resolvía este problema. Dentro de la práctica del cristianismo se acostumbraban las peregrinaciones a la parroquia de vez en cuando se detenían para rezar, en estas paradas el padre se colocaba dentro de la capilla poza que hacia las veces de altar; tanto la capilla abierta como las pozas y la cruz atrial deberían estar colocadas dentro del atrio.

Durante la colonización fue necesario marcar la separación entre bautizados y herejes, así que los primeros requerían un lugar de mayor rango. La entrada a la iglesia era para privilegiados, obviamente un lugar de mayor rango. La entrada a la iglesia era para privilegiados, obviamente un lugar de menores dimensiones que el atrio y con protección de los agentes climáticos, copiando los modelos europeos, además de una iglesia adicional exclusiva para los frailes, ambas requerían tener accesos desde el atrio y al interior del convento.

El atrio se define como un dilatado espacio abierto; limitando la porción de territorio sagrado, se integra generalmente por una barda que de manera perimetral limita al recinto de forma cuadrangular y mediante una portada practicada en el lado oriental, permite el acceso en un punto que remata en la puerta de la iglesia. En cada una de las cuatro esquinas se construyo una pequeña edificación que hacía las veces de estación dentro de los recorridos procesionales que la feligresa realizaba en torno al recinto abierto; la fuente que aparecía en el centro del patio, además de proveer de agua a la comunidad, viene a ser la implantación junto con la sensibilidad islámica, en el ámbito del Nuevo Mundo; siendo así con representaciones de cariátides y figuras zomorfas fantásticas que manifiestan los ámbitos medieval y renacentista.

El claustro suele ser cubierto, el de planta baja con bóvedas de crucería al modo gótico o con medio cañón de origen romántico; el de la planta alta de viguería de madera y terrado, que significa que es descubierto y elevado, desde el cual se puede explayar la vista, el claustro que encontramos en el convento de San Gabriel, es abierto. En torno a los claustros o deambulaciones que se plantean como una transportación del recinto atrial destinado a los indígenas, se abren las dependencias monacales: cocina, despensas, refectorio y sala de profundis abajo, celdas y biblioteca en la parte alta y la escalera que comunica ambos niveles, la mayoria de las veces esta constituida por un imponente cubo con peraltes cortos que inducen a establecer un peculiar ritmo de ascenso, que mucho tiene que ver con la vocación simbólica a todos los elementos de la edificación en donde el tránsito humano contribuía junto con el rumor del desplazamiento y la sonoridad de las oraciones a establecer una estrecha vinculación entre espacio, piedra, sonido y tiempo.

Las adecuaciones al inmueble que podemos mencionar son las siguientes: se introdujo electricidad e instalación sanitaria, no había agua en tuberías dada a la época en que se construyó y la situación de que hay con las nuevas construcciones que no la tienen.

También podemos ver que donde estaba el huerto se construyo una sección que actualmente está en remodelación, es un edificio el cual se encuentra ubicado al sur junto a la Capilla Real. El espacio se ve limitado verticalmente por una cubierta que de modo artificial reproduce la bóveda celeste y que es ensamblada; en el cielo es visto a través de ventanas y la luz del día accede a estancias internas de dimensiones insospechadas para él.


Los muros extendidos tanto longitudinal como verticalmente abarcan densidades de atmósfera con una frescura distinta a los templos, hay muros sostenidos por contrafuertes laterales, columnas de piedra enlazadas por arcos de diversas formas imaginadas. El circulo de inmemorables connotaciones mágicas es ofrecido a la arquitectura como sustancia de construcción, se les desplaza el centro de trazo para modificar su luz, extendiéndose a través del espacio para formar las bóvedas de medio cañón, muchas veces con las piedras de los templos ancestrales.

La iglesia es de una sola nave, se extiende a lo largo de un eje longitudinal del atrio, se apunta en el monumento exterior de la “cruz atrial” de origen prehispánico; la prolongada nave de la iglesia ofrece tres dependencias al sotocoro en el acceso sosteniendo al coro en planta alta, en planta alta al recinto iluminado mediante ventanas altas laterales y el presbiterio con perímetro poligonal, nivel superior respecto de la nave del arco triunfal, se encarga de limitar virtualmente la zona del altar. La existencia de “capillas pozas” justificó compositivamente la presencia de una barda atrial en tanto que espacialmente da lugar a una extensión visual de elementos geométricamente dentro del recinto, lo aíslan del entorno.


I.3 ASPECTOS FORMALES.
Debemos entender por espacios públicos a aquellos a los que una colectividad especifica acude para hacer un uso simultáneo del mismo. El espacio privado es el que se utiliza por un individuo o un pequeño grupo de ello; pero a diferencia de los espacios públicos, este debe hacer por uno cada vez, pues de otro modo resultaría incómodo para las diferentes personas por la individualidad que este uso requiere además de las costumbres de la comunidad.

Un espacio cerrado es un área delimitada para realizar una actividad específica que requiera privacidad, un espacio abierto es lo que rodea al anterior. Lo siguiente será clasificar los diferentes componentes abiertos del convenio de acuerdo al aspecto formal.

El convento: Su función es dar vivienda a los religiosos de la congregación, además de oficiar un lugar apropiado para las celebraciones propias de la doctrina religiosa católica.


Formalmente es un espacio privado porque es para un grupo de personas que tienen la misma finalidad que es el culto a la palabra de Dios, además de ser propiedad de la congregación; es público porque a ellos asiste una colectividad (desde los frailes, los bautizados en la fe y los que se evangelizaban). Es un espacio cerrado, en cuanto a la delimitación de su terreno, pero dentro de él hay otros espacios que tienen diferentes funciones y en los que hay clasificaciones de espacios públicos y privados, abiertos y cerrados.


El atrio: Su función era de ofrecer misas a los indígenas que no estaban bautizados y no podían entrar a la parroquia. Por pertenencia, el atrio es un espacio privado, limitado por bardas y el propio edificio conventual, propiedad de la congregación franciscano, pero es público desde el punto de vista en el que puede tener acceso un grupo masivo de indígenas a los que se trataba de evangelizar y no estaban bautizados. El espacio es cerrado pues está bien delimitado y bardado, pero se puede considerar abierto, pues es una gran extensión de patio al aire libre; aunque del mismo convento.

El claustro: Su función era permitir la circulación de los frailes al abrigo de la intemperie. Este elemento del convento es privado por pertenencia- propiedad franciscana- y porque a él sólo podían tener acceso los frailes y ninguna otra persona, ahora bien, se le puede considerar público, atendiendo la libre circulación que a través de este podían tener los hermanos franciscanos. Es un espacio cerrado por estar delimitado por cuatro paredes, y protegido a su alrededor por el resto del edificio; aunque también se le puede considerar abierto por no tener techo y permitir el libre paso de la iluminación y ventilación natural.

La capilla abierta: Elemento conventual cuya función era albergar al sacerdote, protegerlo de la lluvia y el sol cuando oficiara una homilía, al aire libre. Formalmente, este tipo de capillas son privadas por formar parte integral del convento, además de sólo dar asilo al padre que oficie la misa, exclusivamente. Es abierto por estar directamente relacionada con el atrio, sin ningún tipo de obstáculo.

El templo: Su función es dar protección a los fieles, sacerdotes y equipo religioso durante la celebración de la eucaristía. Se considera un espacio privado, propiedad de la congregación religiosa, de uso exclusivo para los bautizados en la fe católica; aunque público porque los participantes de esta doctrina pueden ser un grupo numeroso de personas que participan al mismo tiempo de la celebración sin ocasionar molestia alguna a terceros. Es un espacio cerrado limitado y con pequeños espacios de transición al exterior.

La sacristía: Es el lugar donde el padre se reviste con los atavíos propios para oficiar la misa y se guardan los elementos básicos para celebrar la misma. Formalmente es un espacio privado al que solo tiene acceso el sacerdote y uno o dos acólitos –ayudantes- y cerrado, presentando dos espacios de transición, que son las puertas, una de las cuales conecta directamente con el templo y la otra no lleva al resto del edificio conventual.

Capillas pozas: Elementos usados para albergar un dirigente de alguna procesión dentro el atrio y elevar oraciones al creador.
Es un espacio privado en el sentido de que solo alberga a una o dos personas, separándolas del resto de la procesión, además de estar integrado al edificio conventual. Puede ser considerado como cerrado en el momento de que al entrar a este aparta al o a los individuos del resto de la multitud y abierto al estar directamente relacionados con los ya mencionados, ubicados en el atrio, además de que esta separación es imaginaria pues no hay muro que los divida.

Las celdas: Espacios destinados a cumplir la función de dormitorios, para cada uno de los frailes de la congregación, en este caso los franciscanos.
Naturalmente, las celdas son privadas y cerradas, porque a ellas solo puede tener acceso una persona que será la que duerma en la misma y cerrada por estar dentro del edificio, limitado por piso, techo y paredes y sin contacto con el exterior.

El huerto: Es un espacio privado por pertenecer a los frailes y al que no podían tener acceso los civiles a menos que los primeros hicieran una invitación para colaborar en la producción, a pesar de ello es público porque conviven cierto número de personas armónicamente y al mismo tiempo. Es un lugar cerrado, por estar limitado por las bardas del propio convento y abierto por estar al aire libre.

Los pasillos: Son los elementos de transición entre los lugares abiertos y cerrados que el edificio alberga.

I.4 ASPECTOS ESTRUCTURALES
La construcción de cualquier tipo de edificio necesita de trabajadores especializados en hacerlos; en el caso de México en el siglo XVI, esta clase fue formándose lentamente.

Los templos se levantaban sobre grandes plataformas de materiales sólidos. Su programa estructural requería del pilotaje del suelo y la simple construcción con postes y dinteles. Las cimentaciones de mampostería tienen mortero de lodo y cal. En cuanto a los muros se utilizaban indistintamente el muro de cantería, el muro acompañado y el mixto.

El templo de San Gabriel presentan grandes contrafuertes coronados de almenas. El techo cuenta con 46 cúpulas; asimismo tiene dos torres que completan el frente del templo y lo embellecen, dándole un sentido de elevación propia de este tipo de construcciones. Los vanos del claustro del convento anexo a el templo se construían con materiales rudos y argamasa, sostenidos por cimbra hasta que fraguaban.
Respecto a los materiales, la piedra, la madera y la cal, fueron materiales clave en toda construcción. Puebla estaba rodeada de fuentes ricas en estos materiales; dentro de los limites de la ciudad se encontraban cal, barro y piedra. En las cercanías de Cholula había cantera más obscura. La cal necesaria para la argamasa era muy costosa en el siglo XVI. La cal fina para el estuco provenía de Calpulalpan; este material fue muy codiciado para recubrir pisos, como en San Gabriel en donde se pavimentó todo el atrio con estuco rojo pulido, según la costumbre prehispánica. El uso de metales fue en rejas, bisagras, herrajes, balconerías, tensores, cadenas, cinchos y tuberías para agua, así como para la fabricación de campanas. La madera fue utilizada en los portones de los templos.

II.1 LENGUAJE ARQUITECTÓNICO.
Los valores de masa se imponen por su monumentalidad, cada elemento de los que integran la edificación es objeto de un refinado tratamiento artístico que ofrece resultados de gran mérito plástico.

El cuerpo de la iglesia integra un ritmo de entrantes y salientes que, con los robustos contrafuertes rematados con almenas, forman la fachada principal rematada con un triángulo almenado. Esta fachada actúa como plano de fondo para la portada confinada por columnas de procedencia clásica y acompañada por un soberbio arco abocinado con labrados platerescos.

Junto a la fachada se ensambla a la iglesia la torre campanario que está conformada por un prisma de gran potencia geométrica, tiene vanos de medio punto y de tipo astillero que le dan un carácter apretado al volumen. Cabe destacar la planta de la capilla real que tiene forma cuadrada con estilo de mezquita. Los claustros, se caracterizan por tener toscos y bajos pasillos con bóvedas de cañón que se abren a un pequeño patio central a través de vanos, y los muros están ayudados por contrafuertes, de aquí su nombre de “claustros de contrafuertes”. Aunque este tipo subsistió hasta finales del siglo XVI, la sencillez de su estructura o decoración fue desapareciendo paulatinamente.

El patio del convento se distingue por una peculiar combinación de ritmos espaciales; el claustro bajo se compone por una sucesión de contrafuertes tablerados, con el fin de perfilar verticalmente las líneas de sombra con aberturas de cerramiento ojival. La parte alta de la arquería continua (de procedencia románica) tiende a reducir su proporción respecto a la planta interior.

Utilizaban la captura de luz para vitalizar los interiores, lo que caracteriza la sensación que hay en los interiores conventuales. Hay óculos en forma elíptica, puertas y ventanas puestas en diagonal sobre los muros, que se alternan con vanos triangulares y circulares. Esto demuestra como la realidad plástica sobrepasa la utilidad.

II.2 ABSTRACCIÓN
Se presentará una pequeña comparación, más que todo formal, de algunos conventos franciscanos en algunos lugares del país. Los conventos son el de San Gabriel, por supuesto, el de Zempoala, el de Xochimilco, Huejotzingo, el de San Francisco en Tlaxcala y el de la Natividad de Nuestra Señora en Xalapa; éste último aunque ya no existe, merece mencionarse por la importancia que a los jalapeños represente. (la comparación está basada en las plantas arquitectónicas de cada uno de ellos, a excepción del de Xalapa ya que no conseguimos los planos, pero sí una breve descripción de este en un folleto proporcionado por el INAH).

Los indígenas trabajaron en la mampostería bajo la dirección de los frailes más versados en la materia, que desde luego imprimieron en el conjunto los humildes y característicos principios de la arquitectura franciscana para cuya orden seráfica orden la pobreza no sólo era un voto obligatorio del profeso, sino un ideal a seguir ante el magnifico ejemplo de San Francisco de Asís.

Algunas de las diferencias que tiene San Gabriel a otras es la traza de la capilla de indias siendo la única en seguir la traza compartimentada de una mezquita árabe. En cuanto a las capillas posas San Gabriel solo cuenta con tres, a diferencia de San Andrés Calpan, que cuenta con una serie completa de cuatro estructuras y son testimonio de que se trabajó el labrado de la piedra.

Las capillas de indios de San Gabriel cuentan son una gran dimensión en comparación a la de San Francisco de Tlahuelilpa, Hidalgo. Podemos analizar que existe una gran similitud del convento de San Gabriel a la mayoría de los demás, que se realizaron en ese siglo aún a pesar de que San Gabriel fue de los primeros en construir. Sólo algunas iglesias estuvieron originalmente cubiertas con un sistema de viguería y techumbre de dos aguas; como es el caso del convento de San Francisco de Tlaxcala que actualmente puede apreciarse la lacería de madera.

El convento de San Gabriel tenía una orientación oriente –poniente, al igual que el de Xochimilco, el de Zempoala; no así el de Jalapa, con una ubicación norte –sur, quizá uno de los factores que influyó en esta fue la topografía accidentada con que Jalapa cuenta.

Una característica similar en todos, es la construcción de una sola torre al lado derecho de la iglesia, además de una distribución similar, lo que constituye una iglesia con mucha profundidad, al lado derecho de ésta, se localizaba el resto del edificio conventual, cercado por completo se encuentra el claustro por las celdas y algunos cuartos para “oficinas” y para aulas de adoctrinamiento, la mayoría de ellos tenía una fuente en el centro del claustro, el edificio constaba de 2 niveles.

El claustro era un patio al centro del edificio, rodeado de corredores con arcos, sus celdas tenían ventanas al exterior y con pisos de ladrillo. Además de la iglesia principal, el de Tlaxcala, Zempoala, Xalapa y San Gabriel tenían una capilla para la tercera orden, para personas que vivían fuera de la congregación y con menos restricciones.

Pensamos que los conventos eran más o menos de dimensiones iguales, pues las necesidades básicas de ellos eral las mismas; lo que sí varían en todos ellos es la forma del atrio y sus dimensiones, algunos cuadrados, otros rectangulares, y otros como el de San Gabriel poligonales, los huertos de los conventos estaban localizados en la parte posterior del edificio, solo en el de San Gabriel estaba localizado en el extremo derecho, donde ahora anexaron un edificio más.

No pudimos investigar el uso actual de los conventos, sólo el de San Gabriel, que continúa siendo un convento, ya sin huerta y además de funcionar como recorrido turístico. El convento de Xalapa se utilizó para albergar a los frailes y evangelizar a los indios, en un principio, posteriormente fue Colegio Preparatorio y luego Sede del seminario hasta 1877 se decidió derrumbar por los daños que le ocasionaron 2 sismos varias décadas atrás.

III. CRÍTICA.
El convento de San Gabriel es un ejemplo típico de la arquitectura religiosa española del siglo XVI en México con aportaciones indígenas, que guardan ciertos elementos de identidad tanto en el sentido artístico de sus frailes constructores, como en la forma de aplicar los recursos simbólicos en cada edificio; un ejemplo es cuando el indígena ve sustituido el basamento prehispánico, por las construcciones de los frailes, ya que en las estructuras ahora edificadas utilizaban las mismas piedras de los antiguos templos.

Esta institución se considera símbolo litúrgico y cultural, ya que se unieron las creencias indígenas y españolas. Con la sustitución de los basamentos prehispánicos por los templos cristianos (conventos e iglesias), se logró la tarea impuesta a las ordenes mendincantes de evangelizar al nuevo mundo, dando lugar a construcciones colosales que influyeron en el pensamiento indígena.

Este convento cuenta con espacios que satisfacen las necesidades de los frailes durante el siglo XVI, como la de albergar los locales en donde se desarrollaba la vida contemplativa; también contaba con espacios destinados a difundir la evangelización impuesta a través de la enseñanza de los sacramentos. Actualmente el convento ha sufrido pocos cambios como la adecuación de la instalación eléctrica y la eliminación de los huertos, ocupando el espacio de los mismos para la construcción de un nuevo edificio.

Respecto a su funcionalidad, el edificio se dividió en dos partes; una que continua albergando a la comunidad franciscana y la otra donde se ofician misas a sus fieles.

San Gabriel es un gran atractivo turístico debido a su conservación y a la importancia histórica que tuvo en el periodo del virreinato en México, tanto en el proceso de evangelización como en la innovación arquitectónica.