lunes, 3 de mayo de 2010

La Tendenza y Aldo Rossi


Trabajo elaborado por estudiantes de Teoría de la arquitectura VI.
Facultad de Arquitectura Xalapa, Universidad Veracruzana, Mx.

La Tendenza, es un grupo de arquitectos italianos que, a comienzos de los años 60, comenzó a cimentar las bases sobre las que se habría de asentar el pensamiento urbano más influyente del último tercio del siglo pasado en Europa.

1. Situación histórica, económica y social en la que se inscribe el movimiento.
• Antecedentes de la arquitectura contemporánea en Italia
Las ciudades europeas después de la Segunda Guerra Mundial quedaron devastadas, la población sufrió una gran caída de valores filosóficos y espirituales produciendo un nuevo escenario con un notable cambio en la manera de pensar.

En Italia se genera un ambiente de reconstrucción, tanto físico como conceptual. Italia ingresa al Plan Marshall que fue propuesto como plan político y económico por los Estados Unidos, en 1948 a 1951, con la finalidad de crear condiciones estables en las que las instituciones democráticas pudieran sobrevivir y garantizar el bienestar a fin de provocar solidez y estabilidad.

Surgen diversas publicaciones de revistas con la intención de recuperar los valores que se habían perdido. Se hizo evidente la necesidad de ordenar un repertorio arquitectónico con la voluntad de tipificar y normar con precisión para propiciar la austeridad y evitar el despilfarro.

Se adopta una postura de dignificar la pobreza, en contra de la voluntad de modernización, de recopilar y enaltecer lo que pertenece a la arquitectura tradicional italiana. Se propone el retorno a la tradición burguesa de la arquitectura doméstica y al desarrollo de propuestas personales.

En el ámbito arquitectónico italiano surge la bipolaridad de organización, la de Roma, ciudad parásita en donde se especula con la monumentalidad y la arquitectura académica, y la de Milán en donde se presenta el monumento permeable y una propuesta dinámica que gobierna la cultura arquitectónica.

Ernesto Nathan Rogers fue quien marcó un camino a seguir en el ámbito milanés, fue director de la revista Casabella-Continuitá, desde 1953 hasta 1964, y se valió de este medio para discutir y validar su posición ante el escenario. Propuso retomar algunas de las ideas del movimiento moderno actualizándolas y contextualizándolas con la realidad arquitectónica italiana. Propuso mantener una visión única tanto para la arquitectura como para la ciudad.

Fue profesor, en el Politécnico de Milán, de jóvenes promesas como Aldo Rossi, Carlo Aymonino, Manfredo Tafuri, Giorgio Grassi, Vittirio Gregotti, entre otros arquitectos destacados en el mundo de la arquitectura contemporánea. Casabella-Continuitá ofreció un panorama que invitó a una revolución cultural, que expresara una relación estrecha entre arquitectura y cultura general. Los conceptos básicos, desarrollados por Rogers, que influyeron sobre los jóvenes arquitectos son:
• Las preexistencias ambientales.
• El papel crucial de la historia de la arquitectura.
• La centralidad de la discusión sobre la tradición en la ciudad europea.
• La idea de monumento.
• La responsabilidad del artista y del intelectual dentro de la sociedad moderna.
• El deber continuar con las enseñanzas de los Maestros de Movimiento Moderno.

Aldo Rossi y su teoría “La Arquitectura de la Ciudad” , son representantes del desarrollo de esta forma de aproximación a la arquitectura. Claves básicas referidas a los hechos urbanos y a las analogías del lugar definen el proyecto así como el arte de la memoria, con influencia neoclásica y barroca. La actitud para abordar el hecho arquitectónico proponía ver la casa como pequeña ciudad y la ciudad como gran casa, a la manera de Palladio. La ciudad se construye de acuerdo a la arquitectura que tiene.

Para entender cualquier creación humana como una pintura, una escultura, un edificio o incluso una obra musical, es necesario tomar en consideración el contexto en el que nace; es decir, el tiempo y el espacio en el que su autor la crea. La obra de Rossi no es la excepción. Si queremos analizar sus ideas más relevantes es importante referirnos en primera instancia al momento histórico al cual pertenece, ya que el individuo, como diría el historiador Edward Carr, es producto a la vez que portador consciente o inconsciente de la sociedad a la que pertenece y en concepto de tal se enfrenta a la realidad.

En 1931, año en el que Rossi nació, el ámbito de la arquitectura estaba dominado por el llamado Movimiento Moderno, que agrupaba a un conjunto de tendencias basadas en lo que se conoce como el principio funcionalista, según el cual la forma física de los edificios debía estar subordinada a su función. Bajo esta perspectiva, la primera exigencia de la arquitectura era alcanzar la mejor utilidad posible.
Basados en esta postura, se construyeron en diversas partes del mundo edificios que utilizaban tanto los mismos materiales (vidrio, acero y hormigón) como diseños similares en los que prevalecía lo funcional sobre lo ornamental.

Frente a la multiplicación de este tipo de construcciones, a partir de los años sesenta, un grupo de arquitectos, entre los cuales figuraba Rossi, empezó a trabajar desde distintos frentes para crear una salida a la ortodoxia del Movimiento Moderno.

En su primer libro titulado La arquitectura de la ciudad, publicado en 1966, Rossi elaborará una nueva teoría de la arquitectura y la ciudad en donde pondrá énfasis sobre ciertos aspectos olvidados por las tendencias modernas. En este texto se plantean dos principios básicos: la relación innegable que existe entre espacio y sociedad, y la complejidad de la ciudad.

En principio Rossi reconoce que la ciudad no debe ser entendida como la suma de edificios y calles independientes de la vida humana, sino como un elemento que juega un papel fundamental en la sociedad. Esto significa que el espacio humano no es un contenedor sin significado, sino que existe una estrecha vinculación entre éste y los comportamientos tanto individuales como colectivos. El espacio se define en relación a los seres humanos que lo usan, lo disfrutan, lo recorren y lo dominan.
Además, Rossi procura acercarse a la ciudad y a la arquitectura de forma integral y apreciarla desde su totalidad. Para él, el espacio urbano sólo puede ser entendido si se pone atención a los múltiples factores que confluyen en él: aspectos económicos y sociales, elementos culturales, características topográficas, entre muchos otros. Lo anterior quiere decir que cuando se estudia la ciudad o cuando se construye en ella es preciso tomar en cuenta el carácter complejo de la ciudad, la multiplicidad de dimensiones que la conforman.

Retomando al arquitecto Peter Krieger habría que decir que "consciente del tejido sutil y vulnerable de la ciudad, el arquitecto puede aprender que su compromiso con el ambiente no termina con el diseño de fachadas complacientes, sino empieza dentro de los contextos. No sólo la obra maestra de alto valor estético define la arquitectura como disciplina y profesión, sino el arte de la organización espacial para usos socioculturales en condiciones sustentables”. En otras palabras, ante las formas de hacer ciudad y arquitectura caracterizadas por el desentendimiento del contexto, la historia y la memoria colectiva, parece urgente trabajar desde distintos frentes por una "humanización de la arquitectura".

2. Principios Conceptuales y aportaciones del movimiento.

• Aldo Rossi y su tratado sobre la ciudad
Aldo Rossi nació en Milán en 1931. Culminó los estudios de arquitectura en el Politécnico de Milán en 1959 y desde sus primeros proyectos mantiene una propuesta de trabajo racional a través de la concepción abstracta del tipo, reducido a formas geométricas puras. Trabaja la tipología de la ciudad para revertirla en una obra. Extrae de la ciudad todo lo que pueda servir para apoyar la arquitectura. Conceptos como el de ciudad análoga, tipo, tipología, morfología, memoria del colectivo, hechos urbanos, y monumento, propuestos en su libro “La Arquitectura de la Ciudad”, publicado en 1966, lo llevan a relacionarse con métodos de análisis de la lógica.

Rossi trabaja sobre la ciudad entendida como arquitectura, no sólo como la imagen visible de ésta, sino con su construcción en el tiempo, “la arquitectura es la escena fija de las vicisitudes del hombre; con toda la carga de los sentimientos de las generaciones, de los acontecimientos públicos, de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos. El elemento colectivo y el privado, sociedad e individuo, se contraponen y se confunden en la ciudad, constituida por tantos pequeños seres que buscan una sistematización y, al mismo tiempo, juntamente con ella, un ambiente para ellos, más adecuado al ambiente general.”

El aspecto básico de su teoría consiste en el estudio de la zona urbana, del contexto, y de los aspectos morfológicos, para establecer una tipología que resulta de la abstracción máxima del tipo que se representa en su esquema básico. Conduce a la arquitectura dentro de lineamientos de análisis científico, a través del uso de la historia como elemento de origen para el proceso de diseño. Para Rossi el tipo tiene una expresión formal que es extraída de una revisión, por lo tanto se debe relacionar con la forma. El tipo es una noción abstracta y para su comprensión hay que concebirla como forma. Los aspectos sociales se vinculan con el estudio del tipo, y así se garantiza la evolución de valores tradicionales de una sociedad.

Entre los aspectos sociales, de convivencia y permanencia en los que él se apoya tenemos:
• Los hechos urbanos proponen autonomía de funcionalidad, adecuados al contexto y a la ciudad vista como una creación humana a medida que crece a través del tiempo, adquiere conciencia y memoria de sí misma.
• El monumento comprende señalamiento y trascendencia de un sentimiento o costumbre de una ciudad a través del tiempo. “Signos de voluntad colectiva expresados a través del principio de la arquitectura: puntos fijos de la dinámica urbana”.
• La memoria colectiva supone una tradición histórica de mucho peso que une períodos anteriores de la arquitectura del lugar con la actual. Sugerencias de vida contenida en las propuestas arquitectónicas.
• La nueva monumentalidad está basada en la exigencia de la simplicidad y unidad. Opuesta al desorden de la ciudad moderna con pocas reglas decisivas: simplicidad, unidad, simetría, proporción, claridad tipológica, homogeneidad entre planta y alzado, y negación del desorden.
• El locus (sitio) otorga carácter concreto al análisis morfológico de la ciudad, “relación singular y sin embargo universal que existe entre cierta situación local y las construcciones que están en aquél lugar”.
• La ciudad análoga es la operación lógico formal que utilizando el mecanismo de la memoria es capaz de mostrar con imágenes la esencia de una ciudad.
• La temporalización supone supervivencia en el tiempo. Requiere de permanencia de la obra a través del tiempo. Solo es posible si se vincula con la realidad humana.
• La trascendencia es la lógica de lo transitorio y de lo imperecedero puesta de manifiesto en las reflexiones de la supervivencia de la obra arquitectónica. La comprensión de los hechos sociales, políticos y económicos de la ciudad, así como los de orden histórico le otorgan significado a la estructura urbana. La división de la ciudad en esfera pública y esfera privada genera una estructura racional que acoge los monumentos, los elementos primarios y los edificios de orden público, así como cada una de las tipologías de desarrollo de un orden residencial y privado.

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