miércoles, 18 de noviembre de 2009
Manifiesto de la Bauhaus.
Walter Gropius
Weimar, Alemania, 1919
¡El último fin de toda actividad plástica es la Arquitectura! Decorar las edificaciones fue en antaño la tarea más distinguida de las artes plásticas, que constituían elementos inseparables de la gran Arquitectura.
Actualmente, presentan una independencia autosuficiente de la que sólo podrían liberarse, otra vez, mediante una colaboración consciente de todos los profesionales. Arquitectos, pintores y escultores deben volver a conocer y concebir la naturaleza compuesta de la edificación, tanto en su totalidad como en sus partes. Sólo así su obra quedará de nuevo impregnada de ese espíritu arquitectónico que se ha perdido en el arte de salón.
Las viejas escuelas de Bellas Artes no pudieron despertar esa unidad y, ¿cómo podrían hacerlo?, si el arte no puede enseñarse. Ellas deben volver a convertirse en talleres. Este mundo de diseñadores y decoradores que sólo dibujan y pintan, debe convertirse de nuevo en un mundo de gente que construye.
Cuando el joven que siente amor por la actividad artística vuelva a comenzar, como antaño, su carrera aprendiendo un oficio, el artista improductivo no estará condenado a un ejercicio incompleto del arte, pues su pleno desarrollo corresponderá al oficio en el cual puede sobresalir.
¡Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos volver a la artesanía! Pues no existe un arte como profesión. No existe ninguna diferencia esencial entre el artista y el artesano. El artista es un perfeccionamiento del artesano.
La gracia del cielo hace que, en raros momentos de inspiración, ajenos a su voluntad, el arte nazca inconscientemente en la obra de su mano, pero la base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista. Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora.
¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos sin las pretensiones clasistas que querían erigir una arrogante barrera entre artesanos y artistas!
Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en la que todo constituirá un solo conjunto, Arquitectura, plástica, pintura, y que un día se elevará hacia el cielo de las manos de millones de artífices como símbolo cristalino de una nueva fe.
Imágenes de libre circulación en la red.
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1 comentario:
Muy buena traducción del Manifiesto.
Agradezco el comentario dejado a propósito de mi artículo Jesús T. Acevedo, precursor de una arquitectura nacional.
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